domingo, 30 de mayo de 2010
Ese lugar especial
Cuando viajamos bien se trate de viajes cortos, largos, excursiones de un día, etc... casi siempre hay un momento o un conjunto de momenots cúlmenes en los que nos sentimos en paz, en unidad con el mundo que nos rodea, el aire que respiramos tiene un olor a vida viva, entra en nuestros pulmones y somos conscientes de ello.
Como por arte de magia somos capaces de disfrutar al cien por cien del momento y de la compañía, como si fuese lo último que nos quedara, pero a esa sensación no la acompaña el pensamiento ya que eso implicaría cierta nostalgia o desesperación y en esos momentos la nostalgia duerme y la desesperación no existe: nos sentimos eufóricos. Por estar vivos.
Me pregunto entonces qué es lo que desencadena todas esas sensaciones en ese preciso momento, tal vez sea un conjunto de circunstancias, como nuestro estado de ánimo actual, los recuerdos que estamos teniendo conscientemente, la tranquilidad del subconsciente, la presencia o ausencia de preocupaciones pasadas, presenes o futuras, pero... ¿puede ser un lugar el único responsable de tal euforia? Yo creo que sí. El lugar y su ubicación, el lugar y lo que puede despertar en nosotros. Hay lugares que desprenden energía, lugares que se funden con tu alma. Lugares que te hace olvidar la parte miserable del mundo, la parte miserable de tu vida. El mundo nos es, a veces, tan ancho y ajeno... que me pregunto hasta qué punto no estaremos vagando de forma constante y sin saberlo de dimensión en dimensión hasta que damos con la puerta correcta.
Hace poco estuve en la Toscana y días después, repasando los momentos vividos puedo decir que mi mejor recuerdo está en Florencia, en el café que estaba en frente del Palazzo Bargello, queriamos comer algo y sentarnos a disfrutar del solecito que nos estaba regalando una luz increíble aquel buen día de mayo. Yo suelo decidir donde sentarme por lo que me inspira... sobre todo, si se trata de terrazas, con las terrazas soy muy exigente. Y esa me enamoró a primera vista. Está ubicada en un punto central de las callejuelas, debe tratarse de un eje mágico, provocador de ensoñaciones, está cercada por plantas y las vistas al Palazzo hacen que brille el conjunto. Todo fue positivo, los camareros fueron muy amables y la comida estuvo exquisita, las cervezas supieron a gloria.
Puede que mucha gente pase por esa terraza se tome algo y siga su camino sin volver a pensar en ella, turistas, residentes, pero puede que para muchos sea ese lugar especial al que siempre vuelven, para respirar un poco más profundo y oler la vida viva. Yo volvería siempre. Hay que entrar cuando se abre una puerta.
viernes, 28 de mayo de 2010
Un encuentro en la Toscana III
En Lucca nació Puccini.
Creo que he confundido un poco el orden de los acontecimientos, pero no importa, seguiré así, porque es mejor seguir de alguna forma que no seguir. Sé que no es el mejor de los lemas, pero cada uno busca para sí lo que le hace falta. A veces querer alcanzar demasiado nos hace echarnos para atrás y no quiero que me pase eso.
De Lucca recuerdo la plaza que se asemejaba un poco a la Plaza de la Ópera, cerca de Odeonsplatz en Múnich. No sé, ciertas partes de la ciudad se me antojaban un poco alemanas, los nortes de algunas ciudades tienen mucho en común. Así como Fuenterrabía en el País Vasco.
De noche buscando algo de comer mientras paseábamos, escuchamos música que venía de una terraza, nos acercamos siguiendo la música, preguntamos si ponian algo de cenar y como no ponían nada, dimos media vuelta y seguimos buscando el divino placer.
Encontramos, por casualidad, una pizzería pequeñita con otras delikatessen típicas de la ciudad y después de saciar nuestro apetito, volvimos a la terraza con música, habían bajado el volumen, pero aún había gente.
Había un grupo grande sentado en una mesa y cuando marchaban todos, un chico mulato se nos acercó, comenzó a preguntar de forma muy amena de dónde éramos, etc.
ÉL era brasileño, había sido adoptado por una familia italiana, daba la impresión de tener unos 25 años, más tarde nos enteraríamos de que tenía bastantes menos.
Nos fuimos de aquel sitio ya que no ponían más vinos y él sugirió ir a tomar algo juntos, a mí no me apetecía demasiado, pero luego accedí, en esta vida hay que buscar experiencias ¿no?.
Fuimos a un bar que también había cerrado, pero donde delante todavía se podía ver gente bebiéndose los últimos tragos de sus cervezas o vinos. En frente había un edificio muy bonito con unas escaleras en las que se puede estar muy bien en días cálidos.
El chico insistió en invitarnos las cervezas, movió todas sus influencias para conseguirlas (todavía estaban limpiando).
Era un personaje curioso, pero no por los tatuajes, su forma de enseñarlos o la manera de hablar y de decir deja pasar sino, porque saltaba a la vista que todavía estaba buscando su lugar en el mundo, se le notaba en lo que decía y en lo que enseñaba. Tambien en lo que no decía. Creo que a la hora de hablar con sus amigos o conocidos por la calle sentía que ese mundo era un mundo de mentira, la gente parecía apreciarlo, pero él se sentía ajeno, en un universo con hombrecitos de papel... y él era de cartulina.
Sus tatuajes lo hacen sentirse bien en ese universo. La seguridad que brinda el recuerdo de saber que no es el único hombrecito de cartulina en el mundo. Los nombres de las personas que quiere en la piel se lo recuerdan.
Mujer, prepárate
Ayer leí esta entrevista, sección La Contra de La Vanguardia. Me gustó mucho. Porque la señora Moscati y yo pensamos muy parecido en ciertas cosas. Siempre dije que quería dedicarle mi vejez a mis hijos, pero no siempre podemos esperar hasta los treinta y muchos para empezar a intentarlo ya que puede salirte mal, porque sabes que ha comenzado la cuenta atrás y el estrés, la presión, saber que el tiempo se te escapa de las manos... puede impedir que suceda. Es mejor tomárselo con calma so pena de que ocurra a la primera o a la segunda (como en un caso que conozco).
Para quien quiera ser madre: Mejor tener un hijo antes de tiempo que nunca en nuestro tiempo. Eso sí sería una tragedia...imagino.
Antonella Moscati, filósofa de las edades de la mujer; autora de ´Una casi eternidad´
"Mujer: prepárate de joven para los placeres sin edad"
LLUÍS AMIGUET - 27/05/2010
Tengo 55 años: a una parte de mí le molesta que ya no la miren los hombres. Nací en Nápoles: allí miran siempre. Hubiera sido gran abuela, pero temí no ser buena madre y no lo soy. Llevo 26 años con mi compañero: ellos piensan de principio a fin; nosotras somos cíclicas
Yo no soy una mujer guapa.
No es verdad.
No lo soy, pero antes los hombres me miraban. Y de joven me habían molestado muchísimo esas miradas de los tíos cuando me levantaba o me sentaba siempre tratando de fisgar bajo mi falda...
Es que hay tipos muy desagradables... ...
Y de repente, un día, dejaron de mirarme. Primero en Francia, en las grandes ciudades; luego, tampoco me miraban en los pueblos y luego ni en Italia... Y al final ni siquiera en Nápoles se fijaban en mí.
¿Y eso le molestó?
De repente, me miré a mí misma con los ojos de un hombre que te mira. Y me di cuenta de que tenía cuarenta años.
¿Por qué le molesta que no la miren?
No me molesta a mí. Sólo le molesta a esa parte de mujer en mí que vive de las miradas de los hombres.
A las feministas no les gustará eso.
Me preocupa más estar de acuerdo conmigo misma que con las feministas. Lo que recomiendo a las mujeres es que lleguen a los cuarenta embarazadas o con un bebé.
¿Por qué?
Porque al cuidar al niño, te reencuentras con tu propia infancia, cuando lo importante era lo pequeño y cotidiano, lo inmediato y obvio, y así te olvidas de esa aceleración de tu propio tiempo que te obliga a recordar la falta de miradas de los hombres.
¿Y qué nos recomienda a los hombres?
Los hombres - es una injusticia-no empeoran necesariamente con la edad. Hay muchos que mejoran con los años en conjunto. Su descenso hormonal no se manifiesta en carencias y saltos... Es un suave descenso.
¡¡¡Arderá usted en la pira feminista!!!
Soy mujer. En la mujer, fertilidad e infertilidad son tan evidentes y proclamadas que cualquier perro macho podría evaluar en qué punto del ciclo está una mujer fecunda.
¿Y cómo las percibe la propia mujer?
El tiempo modifica, sobre todo, la percepción del tiempo. Para las niñas, el tiempo es, como el espacio, inacabable, inmenso y lento, hasta hacernos sentir tan pequeñitas...
¿Y después?
Vas creciendo entre tu tiempo interior y el del universo. Creces, y de adolescente no sientes tu tiempo inacabable como el de niña. A los 20, el tiempo te arrastra: te lleva donde quiere; hasta que a los 30 coinciden de repente tu tiempo interior y el exterior.
¿Una coincidencia biológica?
Tu tiempo se va acelerando y alos 40 se desboca, pero puedes frenarlo si tienes un hijo, por eso, las embarazadas que te parecían mujeres empiezan a parecerte niñas. Porque, hasta los 40, la vida te lleva como una gran fuerza dentro de ti. Después eres tú la que trata de meterse en esa fuerza.
¿En qué tiempo está usted ahora?
... Más allá de los 45 descubres, como yo ahora, que tu cuerpo ya va por libre: avanza por su cuenta hacia territorios desconocidos...
¿Y después...?
Está la menopausia: debemos repensarla, porque no hace tanto casi coincidía con la muerte, pero hoy nos llega justo en la mitad de la vida. Y una parte de ti cree entonces que ha sido abandonada por la vida.
¿En qué sentido?
El hombre concibe la vida como el deseo: un recorrido en línea recta con principio y fin; hasta le ponen nota. La mujer es cíclica. Y su deseo lo es. Para nosotras, el deseo y la vida es una espiral sin fin que va ampliándose. Por eso, cuando en la menopausia pierdes ese ciclo de mujer, te desorientas y tienes que encontrarte de nuevo.
¿Cómo se encuentra de nuevo?
Al gozar de la inversión que hayas hecho en los placeres sin edad: amistad, familia, música, deporte, profesión, la seducción del intelecto en conversación... Yel sexo, claro, vivido en ciclos de mujer. No en línea recta.
Defina "placeres sin edad".
Son los que requieren esfuerzo previo, como la música: no puedes disfrutar de tocar el piano si no lo has aprendido con esfuerzo. Son la amistad y la inversión afectiva. Son placeres que requieren esfuerzo durante años, pero después devuelven durante años hondas y gratificantes satisfacciones.
Defina "inversión afectiva".
Siento sobre todo no haber sido madre porque no puedo ser abuela. Tengo, en cambio, el mismo compañero desde hace 26 años.
¿El amor funciona como inversión?
Para el hombre, sí, porque también es llegar: principio y final. Y hacer balance y quedar bien. La mujer es cíclica y su gran triunfo es que su ciclo siga... aun sin ella.
Hoy, contra los años hay cirugías.
Tengo una foto de Liza Minnelli y sus amigos de Hollywood: hombres y mujeres con la misma cara estirada, brillante, igual mueca sin gesto ni sexo: idénticos. La cirugía plástica te roba la identidad a cambio de... La verdad es que no te da nada a cambio.
No te da, pero te quita arrugas.
Te quita tu identidad. Compare a Minnelli con una abuela de cualquier país del tercer mundo en la que cada arruga cuenta una historia vivida... Una vida. ¿No son esas caras viejas sin bisturí muchísimo más guapas?
"Mujer: prepárate de joven para los placeres sin edad"
Dar la vida
"No soy una escritora, sino una mujer que escribe y escribe por necesidad: tuve ataques psicóticos. Duraban tres días y después olvidaba todo. Me mediqué y además de los neurolépticos - en dosis bajas porque mi psicosis era leve-me psicoanalicé y así descubrí que necesitaba escribir. Nadie publicó mis libros en Italia, pero tuvieron cierto éxito en Francia. Creo que se leyeron porque planteaban problemas que las mujeres no habían tenido antes, como el de ser madres: antes nuestras abuelas - sin anticonceptivos ni aborto-no decidían de verdad si querían ser madres, se despertaban un día ya madres... Somos la primera generación que decide por entero y por sí sola algo tan inmenso como dar la vida".
viernes, 21 de mayo de 2010
Yira, yira...
Era una mañana de primavera en una plaza muy amplía y bonita, había luz, una potente luz que se reflejaba en nuestro estado de ánimo, una niebla espesa que se levantaba del suelo y nos cubría hasta las pantorrillas, dotaba al escenario de un efecto especial que la naturaleza nos regalaba porque quería.
El sol, por su parte, debía de andar escondido debajo de una niebla similar encima de nostros, pero que no llegábamos a distinguir y tampoco nos importaba. Nuestros ojos sólo eran capeces de ver la que se erguía del suelo. Yo sentí unas ganas locas de girar, girar y girar...Yira, yira, yira Carlos, yira, Fito. Era como si la niebla me diera esa soltura que necesitaba para dar rienda suelta a mi alegría o a mí locura. y yo giraba y giraba como una peonza...y qué feliz era yirando.
Dentro de la Toscana II
Dejamos Florencia el viernes por la mañana y nos dirigimos a Pisa, la verdad es que íbamos porque nos quedaba más o menos de camino, no sabíamos que la ciudad nos fuera a agradar tanto y la Torre de Pisa es realmente preciosa, la han reformado y está impecable, si váis a la Toscana no dejéis de vistarla. Sería el sol, sería el ambiente, pero nos sentimos realmente felices allí, delante de la torre. Sujetándola y empujándola. A la deslumbrante torre.
El tiempo comenzó a empeorar, en general durante casi todo el viaje mantuve una lucha constante contra el tiempo...mi mente y sus limitaciones y el tiempo y su caprichos. Cuando llegamos a Siena chispeaba un poco, luego salió el sol y paseamos por IL Campo y por sus callejuelas preciosas y antiquísimas. La catedral es imponente. Siena tiene un encanto especial. Podéis apreciarla en la imágen que ilustra este post.
jueves, 13 de mayo de 2010
Paseo por la Toscana I
Pues sí, ayer cuando partimos pensaba que íbamos a un pueblo con mar de Italia, sólo cuando leí que ponía Firenze no supe que íbamos a pasar unos días en mi soñada Toscana.
El viaje fue relativamente tranquilo, salvo por dos conductores kamikazes de peso pesado, uno, un camión que no puso el intermitente al cambiar de carril y el otro, un autobús de pasajeros que iba sin luces; pero por lo demás, todo genial.
Llegamos sobre las 22 al hotel, muy mono y acogedor, salimos a cenar y encontramos un lugar muy cerca, no queríamos alejarnos mucho ya que queríamos madrugar para ver Florencia. Me encantó el restaurante al que fuimos, sencillo, pero la comida muy rica, el vino, uhmmmm y el ambiente más que agradable. ¿Sería el nombre? se llamaba Luna.
Esta mañana después de desayunar salimos a recorrer las calles de Florencia, yo soy como yo misma me auto defino el tipo de turista empapada, no compulsiva, lo que quiere decir que cuando voy a una ciudad, me gusta respirar y contemplar lo que me rodea, no tengo un itinerario fijo, ni lo quiero abarcar todo, tampoco hago fotos como una loca, simplemente dejo que mi vista y mi cerebro capten los detalles y la esencia del ambiente, para luego poder evocarlos o esperarlos cuando les apetezca visitarme.
Hemos andado todo el día, nos ha hecho un tiempo muy bueno, contrario a lo que esperábamos, bueno, yo confiaba, pedí con todas mis fuerzas al Dios del tiempo que se apidara, que si no le costaba mucho esfuerzo, entre cosas más importantes, descansara un poquito cumpliendo un deseo más bien trivial y mundano de una hedonista de tendencias anhedónicas.
Me compré una libreta con forro de piel, es perfecta. Quiero empezar a apuntar mis ideas o ideas en general, aforismos, sentencias que lea, escuche o vea por ahí.
Las calles, las colinas, las vistas en Florencia son una maravilla, a mi amor le hacía mucha ilu ver al DAVID, así que nos tuvimos que dar prisa y ánimos (ya estábamos bastante cansados antes de entrar a la Galleria dell'Accademia)). Valió la pena, ese David está para comérselo.
Y muy cerquita de la imágen que ilustra este post(al lado del Ponte vecchio) dejamos un candado para la posteridad.
miércoles, 12 de mayo de 2010
A Italia sin Toscana
Cuando me levanté esta mañana no contaba con que dentro de una hora me estaría yendo a Italia. Mientras voy haciendo la maleta y escribiendo esta entrada a toda prisa, me debato sobre qué libro llevar: ¿Norte y Sur? ¿Crónica de una muerte anunciada? ¿alguno de Milan Kundera? ¡Qué difícil!
La verdad es que no tengo ni la menor idea de adónde vamos a ir, mi sueño es ir a la Toscana, pero me parece que esta vez no va a poder ser, no vamos solos, sino con más gente, asi que no sé hasta que punto tendremos voz y voto.
No importa, creo que Italia es toda ella bella y más temprano que tarde iré a la Toscana.
martes, 11 de mayo de 2010
La belleza de las cosas...
...existe en el espíritu de quien las contempla. David Hume
Creemos conocer a la gente, yo, a veces, suelo precipitarme en mis juicios. Si bien es cierto no soy de las que juzgan y si lo hago es un error que mientras voy cometiendo voy intentando enmendar. Lo que sí tiendo a hacer es descartarlos como futuras amistades, porque de verlos, a veces, creo conocerlos. He tenido que rectificar en varias ocasiones. En Dublín me ocurrió más de una vez con compañeros de clase. No eran lo que yo creía, los pensaba no afines a mí, pero estaba equivocada. Las primeras, las segundas y hasta las terceras impresiones pueden engañarnos. Y estoy muy contenta de haberme dado cuenta...me servirá de experiencia, si la casualidad no hubiese hecho de las suyas, habría perdido mucho. Mi cuarta impresión. La más bella de todas.
domingo, 9 de mayo de 2010
Aprendamos de Bertolt Brecht
Gegen Verführung
Lasst euch nicht verführen!
Es gibt keine Wiederkehr.
Der Tag steht in den Türen;
Ihr könnt schon Nachtwind spüren:
Es kommt kein Morgen mehr.
Lasst euch nicht betrügen
Das Leben wenig ist.
Schlürft es in schnellen Zügen!
Es wird euch nicht genügen
Wenn ihr es lassen müsst!
Lasst euch nicht vertrösten!
Ihr habt nicht zu viel Zeit!
Lasst Moder den Erlösten!
Das Leben ist am größten:
Es steht nicht mehr bereit.
Lasst euch nicht verführen
Zu Fron und Ausgezehr!
Was kann euch Angst noch rühren?
Ihr sterbt mit allen Tieren
Und es kommt nichts hinterher.
No os dejéis seducir:
no hay retorno alguno.
El día está a las puertas,
hay ya viento nocturno:
no vendrá otra mañana.
No os dejéis engañar
con que la vida es poco.
Bebedla a grandes tragos
porque no os bastará
cuando hayáis de perderla.
No os dejéis consolar.
Vuestro tiempo no es mucho.
El lodo, a los podridos.
La vida es lo más grande:
perderla es perder todo.
sábado, 8 de mayo de 2010
Sueño con gaviotas
Hoy he tenido un sueño increíblemente raro y complicado. Está lleno de símbolos y me está resultando imposible descifrarlo. El sueño tenía algo de un cuadro de Rubens. Los colores, el fondo. No sé muy bien.
Soñé que alguien cercano a mí quería un bebe con toda el alma, tuvimos que luchar muchísimo para conseguirlo, sólo tengo retazos del sueño y me da rabia, recuerdo a personas ahorcadas, mujeres, campesinas, vestidas como en la edad media, todas con moño. (El sueño, en general, tenía una ambientación bastante medieval).
Después de conseguir un bebe y no cualquiera era simplemente bello, rollizo, tez de alabastro, inmaculado... era yo la que debía velar por él. Había que tener cuidado con los pájaros ya que podían picotear o comerse a la criatura, en un descuido, (el techo estaba aparentemente roto, pero yo no me había dado cuenta) veo una gaviota posada en una esquina del techo, luego recuerdo que brotaba mucha sangre, pero no sé con exactitud si le hizo daño al bebe, no tengo la imágen en mi cabeza ni un dolor escpecífico por el final, al despertar sólo la sensación estresante de haber tenido un sueño bastante intenso.
viernes, 7 de mayo de 2010
Adios a un amigo (Relatos: Un buen día)
Este es un relato que escribí hace cinco años. Espero que lo disfruten. :D
Hoy es lunes, mi amo me ha sacado a pasear más tarde que de costumbre. Por la expresión de su rostro pareciera que no le hubiera ido muy bien en el trabajo; no obstante ha sido tierno y cariñoso, siempre procura que su mal humor no me afecte.
Qué feliz soy cuando vuelvo a casa después de un largo paseo, me encanta la hora de la cena, pero hoy...no sé, hoy me duele la cabeza.
Tengo seis años y me conservo bastante bien, hago deporte, él suele montar en bici y yo le hago compañia. Antes nos divertíamos más. Ambos seguimos echando de menos a Laura. Hace tres meses que no viene a visitarnos, mi amo evita hablar de ella, no mencionar su nombre, pero yo sé que sufre. A mi como a él me está costando mucho olvidarla.
Por las tardes cuando vuelve del trabajo recorremos parte del Englischer Garten, ¡qué suerte tengo de vivir cerca de un parque tan grande! No le recrimino el que me deje solo tanto tiempo, por el contrario, le estoy agradecido. Me adoptó cuando tenía ocho meses. No quiero recordar los malos tratos de los que fui víctima antes de llegar a la perrera y el tiempo que pasé allí tampoco fue muy agradable que digamos; la soledad, la angustia, la falta de amor. Él me Salvó.
Ha estado leyendo más de dos horas, se quiere ir a dormir, yo quiero ir con él.
El dormitorio está arriba, a mi no se me está permitido subir, nunca le he desobedecido, pero hoy no me apetece dormir solo, tengo miedo. El dolor de cabeza persiste, y esa sensación en el pecho, como si un gran vacío se estuviera apoderando de mi alma, como si la nada quisiera engullirme. Se levanta del sofa, yo lo sigo, subo las escaleras detrás de él, me dice que baje, pero yo no quiero bajar y no bajo, él me lo ordena con vehemencia, me rehuso, entonces me mira fijamente a los ojos y extrañado me dice: -¿pero qué te pasa hoy amigo mío?, seis años viviendo juntos y nunca habías hecho algo parecido. Yo lo miro fijamente, me gustaría saber hablar, decirle que siento pánico, que creo que me voy a morir. Parece conformarse, quizás haya notado algo.
Se sienta nuevamente en el sofa, permanezco a su lado, él me acaricia la cabeza; siento que me estoy quedando dormido, sin embargo tengo la certeza de que el final está cerca, pobre amo mío, te vas a quedar tan solo y yo, qué voy a hacer sin ti, ¿cómo será mi cielo? Lamo su mano, me mira con dulzura, yo trato de decirle con los ojos lo que no puedo con el hocico, y a juzgar por las lágrimas que corren por sus mejillas creo que lo ha comprendido.
Ha llamado a Laura, Laura nunca nos ha olvidado.
Un verano inolvidable
Siempre Vivaldi, cuando el momento parece apagarse, cuando envueltos en la rutina olvidamos que estamos vivos, basta con que escuchar algunos de los movimientos de Vivaldi para volver a soñar y sentir la vida dentro de nosotros, empieza con un ligero dolor en el pecho, los pelos de la piel parecen despertar de su letargo, la mente vuela, nuetro ser grita callado...el momento se nos antoja intenso, potente, vivo. Nos hace feliz mientras nos está hiriendo...demasiado efímero. Tan grande y tan corto a la vez.
martes, 4 de mayo de 2010
Más allá del mal
El profesor de inglés nos ha pedido que escribamos un pequeño ensayo sobre el bien y el mal, de dónde viene nuestra concepción de éste.
Empezaría diciendo que aprendemos de nuestros padres, de los adultos que nos rodean, padres, maestros, vecinos, tíos, etc. que son los que nos enseñan, los que se encargan de moldearnos, así, crecemos con sus concepciones del mundo.
Muchas veces no entendemos cuáles son sus parámentros para discernir, porque somos niños y carecemos de la experiencia. Es muy probable que haya niños en extremo inteligentes o precoces que comiencen bastante temprano a cuestionarse las decisiones, los castigos, las recompensas, los juicios, los actos de los padres y adultos en general, pero ¿cuándo empezamos a pensar por nosotros mismos sobre lo que está bien y lo que está mal.
¿Cuándo empecé yo a hacerlo? No sabría decirlo.
El bien y el mal pueden existir como conceptos abastractos, pero el tema es complicado, ya que es en el ser humano, en sus sentimientos y en sus actos donde se reflejan estas ideas y cobran vida. Y de la misma manera podemos sentir algo malo y obrar bien a pesar de ello y al revés.
Una vez puse un ejemplo de un pedófilo que nunca había tocado ni mirado a ningún niño de forma reprochable. Si esta persona no ha hecho nunca nada malo, porque su sentido del bien se lo prohibe, no obstante lo que siente está mal. ¿Es este hombre más bueno o más malo?
Otro ejemplo es una señora que vivía en la parte aria, en frente del ghetto judío de Varsovia, un día, un niño judío cruzó la alambrada para buscar comida, la señora empezó a gritar ¡un judío, un judío! si cogían al niño lo fusilaban y ella lo sabía, esta señora puede que haya sido una antisemita acérrima o puede que no. Que su reacción haya sido simplemente un reflejo, un acto inconciente. Esta señora era buena vecina, buena hija...¿qué es entonces más mala que buena?
No es tan fácil como parece ¿verdad? El mal está más cerca de lo que pensamos.
El bien y el mal cobran importancia en los pequeños y grandes actos, en las decisiones, en la interacción con el prójimo. Entre humanos y seres vivos, en las relaciones personales, en la sociedad.
Yo estoy convencida de que la mayaroría de las personas no son malas, hay gente malvada, seguro, pero para mí "ser malo" o "ser malvado" son palabras mayúsculas y la gente así, una excepción. ¿Qué es lo que considero yo malvado o a quién?
Pues a alguien que haga el mal por el mero hecho de hacer el mal, a sangre fría, por placer, para deleitarse con el sufrimiento, de forma repetida, sin que el acto malvado haya sido causado por los vicios y defectos inherentes al ser humano.
La mayoría de las veces es, simplemente, carencia absoluta de empatía. ¿Tenemos la culpa de no tenerla? ¿cómo se adquiere? ¿quiénes no la adquieren? Sí, sin duda una persona que hace el mal, porque no tiene empatía es mala, pero ¿es culpable de su maldad?
Somos víctimas de nuestros defectos, un ser humano puede obrar mil veces mal y dos mil veces bien o viceversa a lo largo de su vida...¿qué es entonces? ¿más bueno o más malo?
Muchísimas veces actuamos mal o injustamente, pero no por eso somos malos. La mayoría no somos más que víctimas.
Todos llevamos el bien y el mal dentro de nosotros. Y creo que lo que más importa es ser concientes de nuestros actos, de nuestros seintimientos, autoexaminarnos siempre, una introspección que nos permita discernir lo justo de lo injusto y obrar en consecuencia siempre que tengamos la posibilidad, reconociendo lo malo para poder combatirlo. Si somos justos, no podemos obrar muy mal.
lunes, 3 de mayo de 2010
De sabios
Esta historia describe muy bien una postura vital.
Cuenta una historia que hace muchos años, un hombre muy sabio llegó a una gran ciudad para difundir sus enseñanzas. Viajaba acompañado por sus fieles seguidores, y al atravesar las enormes puertas de la muralla, se le acercó un discípulo que vivía en aquella localidad. "Maestro, debes tener cuidado. En esta ciudad te van a perseguir, insultar y demonizar", le advirtió, con cara de preocupación. "Los habitantes de este lugar son arrogantes, y no tienen ningún interés en aprender nada nuevo. Sus corazones están llenos de desconfianza y egoísmo". El sabio asintió, sonriente, y le respondió con tranquilidad: "Tienes razón".
Al cabo de unas horas, apareció otro discípulo del sabio que también vivía en aquella ciudad. Se acercó a él, radiante de alegría, y le dijo: "Maestro, en esta comunidad te van a acoger con los brazos abiertos. Los habitantes de este lugar son humildes y anhelan escuchar tus palabras. Sus corazones están limpios y dispuestos a nutrirse con tu sabiduría". El sabio asintió de nuevo, sonriente, y de nuevo afirmó: "Tienes razón".
Sorprendido por sus respuestas, uno de los discípulos se plantó delante del maestro y le preguntó: "¿Cómo puede ser que les hayas dado la razón a los dos si te están diciendo exactamente lo contrario?" Y el sabio maestro, impasible, le contestó: "No vemos el mundo como es, sino como somos nosotros. Cada uno de ellos ve a los habitantes de esta ciudad según sus creencias. ¿Por qué tendría yo que contradecirles? Uno ve lo negativo y el otro ve lo positivo. ¿Dirías tú que alguno de los dos ve algo errado? No me han dicho nada que sea falso. Solamente han dicho algo incompleto".
Creamos lo que creemos
"Si crees que puedes, estás en lo cierto. Si por el contrario crees que no puedes, también estás en lo cierto", Anthony de Mello
Y hablando de sabios, el poema que ilustra esta entrada, me lo sé de memoria desde pequeñita, ya que mi adorada mamina nos lo recitaba siempre.
Pedacitos de vida
Hace varios años (unos tres y medio) tuvimos un debate sobre lo que singificaba tener cultura, escribí algo que me gustó mucho en su momento, así que lo pongo por aquí...
De la cultura
Cultura es saber pensar, de lo aprendido, de lo leído, extraer materias primas que te sirvan para tu vida y entorno, por ejemplo, a la hora de tomar decisiones, dar tu opinión y relacionarte con los que te rodean; moldear tus pensamientos hasta que tengan la forma con la que tú te sientas satisfecho. Tener una mente amplia, tener criterio. Cultura es el anhelo de ser cada día mejor; siendo "mejor" un adjetivo que cada uno interpreta de forma distinta, pero buscando siempre nuestro ideal más profundo.
Estoy poniendo una escena de la película "La vida de los otros" (maravillosa) porque se me ha venido a la cabeza mientras buscaba una ilustración para este pequeño texto. Quien haya visto la película, encontrará facilmente la relación.
Pongo otro vídeo que empieza después de que Wiesler esté leyendo el poema y acaba con Wiesler en el ascensor.
http://www.youtube.com/watch?v=4r9W-FjyYss&feature=related
domingo, 2 de mayo de 2010
La condena de estar solo
"Tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes".
Hace unos tres años leí La elegancia del erizo, libro que me gustó muchísimo. Cuando me enteré que habían hecho una película no sentí verdadera curiosidad, ya que como el libro es bastante filosófico, pensé que cualquier cosa que hicieran me sabría a poco.
No sé por qué hace dos días me vino a la cabeza otra vez el libro y me dije que una buena forma de recordarlo sería viendo la peli.
¡Qué gran acierto! recuerdo que cuando leí la novela, al principio, Paloma no terminaba de gustarme, demasiado inteligente para sus doce años, las palabras en su boca me parecían pedantería de la autora,(lo comparé entonces con Scout Finch, niña también inteligentísima que no se me hizo pedante en absoluto)...poco a poco me lo fui creyendo y Paloma terminó convenciéndome.
Pero, sin duda, es Renee, la portera del edificio, mi personaje favorito y al verla, la he recordado, de hecho, es exáctamente como la imaginé, ver la película me ha hecho quererla más.
Ese erizo solitario, que adora Ana Karenina, humilde, pero a la vez soberbio, en apareincia frío, pero empático y que cree que no merece nada.
Renee tuvo suerte, tarde, pero conoció a dos personas muy parecidas a ella, personas con las que sentía unida sin necesidad de decir mucho, porque tenían su misma sensibilidad. (Empieza el desvarío)
Muchos viven condenados a la soledad, a decir cosas que a la mayoría puedan resultar extrañas y es probable que puedan salirte con simplificaciones al estilo de un libro de autoayuda, pero es que la vida no es tan simple. ¿Y cómo se los haces entender? Mejor olvídalo...no pierdas el tiempo, no podrás con alguien que le dice sí a todo, que no ve los matices grisáceos de la existencia... porque lo difícil radica, muchas veces, en decir no. Porque la simplicidad de un sí, no podrá compararse nunca con la complejidad de un no sé. Porque sólo los que piensan y se conocen en profundidad, reconocen que no todo es posible, que, a veces ,no basta con querer. Para eso somos demasiado civilizados o demasiado bárbaros, depende de cómo se mire. Y puedes intentar perseguir tus ideales, pero no siempre los alcanzas y puede que alcanzarlos tampoco sea lo que te haga feliz.
Los sentimientos, las emociones y la mente humana son complejos, son una curva no una línea...bueno, excepto para los que son lineales. Y te preguntas cómo es posible que haya tantas diferencias dentro de una misma especie.
"Quizá sea eso la vida: mucha desesperación pero también algunos momentos de belleza donde el tiempo ya no es igual. Es como ni las notas musicales hicieran una suerte de paréntesis en el tiempo, una suspensión, otro lugar aquí mismo, un siempre en el jamás".
Viendo dentro de Ana Karenina
Ayer fue un día un tanto curioso, he recordado varios libros y varias pelis que me han marcado, estoy un poco confusa, necesito liberar mis pensamientos, tengo que contar algo de lo que pasó ayer, pero ahora no puedo. A ver si mañana.
Voy a hablarles de uno de mis libros favoritos, (a propósito de La elegancia del erizo) Ana Karenina...ahh tengo "Guerra y paz" esperándome en casa...qué ilusión me hace, quiero dedicarme otra vez a mis rusos.
Esto lo escribí hace tres años aproximadamente en un Club de lectura en el cual participé.
Sobre Ana:
Hablar de Ana es hablar de un personaje psicológicamente complejísimo y me parece que caemos en la simplicidad al tacharla de insufrible, etc. Por más que me esfuerzo, no entiendo cómo puede caer tan mal. Aunque creo que nunca habrá unanimidad con respecto a la forma que se tiene de “ver” a Ana Karenina.
Ana aparece al principio como una mujer encantadora, querida por sus sobrinos, por su familia, una madre entregada, una mujer de buenos sentimientos, una mujer íntegra. Esto nos lo deja Tolstoi muy claro (clarísimo) al principio de la novela. Pero al mismo tiempo, una mujer con unas desesperadas ganas de vivir, una romántica perdida. Este deseo escondido en lo más profundo de su alma, pero no enterrado, vió la luz el día del primer encuentro con Wronski. Desde su punto de vista pone en el libro: “Había en toda su persona como un exceso de juventud y alegría que ella se esforzaba en disimular; pero, a pesar suyo, el relámpago velado de sus ojos aparecía también en su sonrisa."
Una historia de amor condenada al fracaso desde el principio, porque el hecho de haber abandonado a su hijo, o mejor dicho canjear una felicidad por otra, sólo podía hacer que ella se sintiera miserable, lo dejó todo por él, su integridad, el amor de su hijo, su respetabilidad ante la sociedad, su amor propio, tuvo que padecer las peores ignominias y ella sabía que se lo merecía, que era el precio que tenía que pagar por haber sido una “mala mujer” o una mujer perdida como la llama la madre de Wronski. ¿Cómo podía ser su comportamiento sino, dadas las circunstancias que le tocaron vivir? Sí, pobre Wronski, pobre. Lo digo en serio. Para él fue muy duro, ¡cuánto!
Para dormir, tenía que tomar morfina. Intentaba con toda su voluntad mostrarse tranquila, ser mejor con Wronski, pero la desesperación, la podía, la vencía siempre.
Para mí Ana es un personaje humanísimo. Una mujer que eligió y pagó caro el precio de vivir. Y no me refiero a su muerte, sino a todo el desenfrenado sufrimiento que le supuso dejar a su familia y con ella gran parte de su Yo, por Wronski, por vivir un amor. Todo este dolor no es sino una prueba más de lo grande que era como ser humano, alguien que no vale, no sufre, porque no piensa, porque no le importa nada y sólo vive.
Tenía que acabar con la muerte, la redención. No vivo, no pienso, no pienso, no sufro.
Tomar decisiones importantes es, quizás, una de las cosas más duras por las que tiene que pasar el ser humano y haber tomado una, no implica necesariamente satisfacción. Muy por el contrario.
"El eterno error del ser humano consiste en creer que la felicidad radica en el cumplimiento de sus deseos" Leon Tolstoi.
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