lunes, 31 de enero de 2011

Un largo y curioso invierno


Hasta ahora nunca había percibido el invierno de forma tan hostil. El frío se filtra en cada rincón de mi vida y la niebla me impide ver con claridad lo que estoy muriendo por ver.
Los días pasan tristes, cansados, incluso medio vacíos, como si algo hubiese extraído parte de mi esencia y mi yo no fuera más que una mitad incompleta que busca y no encuentra consuelo y paz.
Soy yo a medias, vivo a medias, siento a medias, quiero a medias, todo a medias.
No sé hasta cuándo persistirá esta abulia ¿hasta que el aire comience a calentarse? quizás, tengo la esperanza de que ese calor traiga de vuelta mi voluntad entera perdida en el limbo de la frialdad.

3 comentarios:

  1. A veces también tengo esa sensación

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  2. El frío es conservador, señorita Finch.
    Su yo y su su vivir a medias, sus sentimientos, quereres y amores mediados serán conservados por el frío para que no se deterioren.
    Con la llegada de la primavera subirán unos peldaños en la escala pero tampoco deje que se desborden.
    Saludos.

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  3. Ojalá la primavera nos esté calentando un poquito a todos, amigos.

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